BiosBardia

O país dos libros en galego

Á procura de Xesús Nieto Pena (II)

Xesús González Gómez.

Diciamos na entrega anterior que intentariamos resolver algunhas das contradicións que sobre Xesús Nieto Pena aparecerían nos diferentes textos transcritos nese escrito. A verdade é que, de momento, non podemos resolver se naceu en Vigo ou en Ourense, pois non demos con noticia nin do seu nacemento, nin dos seus estudos, cousa rara na prensa galega, e non galega, de antes de 1936. a primeira noticia que encontramos sobre Nieto Pena apareceu en El Pueblo Gallego o 10 de maio de 1930, e está en portugués:

Tres días despois, o mesmo xornal, entregaba unha pequena recensión sobre o acto e consignaba que a conferencia de Nieto Pena titulábase: «Necesidad espiritual de una aproximación hispano-lusitana». Meses despois, o 7 de outubro dese mesmo ano, o mesmo xornal vigués daba a noticia dunha conferencia celebrada o domingo anterior (día 5) no Centro Portugués da cidade olívica co gallo do vinte aniversario da República Portuguesa, conferencia que correu a cargo de Nieto Pena, que durou unha media hora e na que «hizo alarde de su conocimiento de la historia portuguesa y su amor a Portugal».

Xesús Nieto Pena (sinalado cunha aspa) no transcurso dunha “brillante oración” que deu na Sociedad Recreo de Vigo. El Pueblo Gallego, 17 de febreiro do 1931.

No xornal vigués, e no semanario pontevedrés El Progreso dan, os días 18 e 19 de febreiro respectivamente, a noticia de que Nieto Pena antes de marchar de Vigo «en busca de horizontes más amplios para sus actividades literarias», dará un recital poético no Ateneo o 20 dese mes. Segundo o semanario pontevedrés, Nieto Pena vaise a Madrid.

Non sei se chegou a Madrid, o certo é que o 7 de marzo de 1931, en primeira páxina do xornal santanderino El Cantábrico, dáse a nova dunha homenaxe a Zorrilla na Casa Vallisoletana de Santander. Con este motivo, ademais dun recital de poemas do autor de Don Juan Tenorio, «El poeta vigués don Jesús Nieto Pena ocupará la tribuna de la Casa para disertar sobre el tema “Poetas americanos y españoles”». A noticia ilústrase cunha foto do «vigués», cuxo pé reza o seguinte: «El poeta gallego Jesus Nieto Pena que viene a residir una temporada a la Montaña».

Durante os meses que van de marzo a xullo, Nieto Pena, ademais de colaborar esporadicamente no xornal El Cantábrico e con máis asiduidade en La Región. Diario demócrata de la tarde, pero aquí co pseudónimo de Otein, desprega unha ampla serie de recitais poéticos (os poemas da súa autoría, todos en castelán, polos títulos que se dan na prensa santanderina) no Ateneo de Santander, no Ateneo Popular, na Asociación de Antigos alumnos Salesianos, etcétera; crea con outros a Sociedade Amigos del Arte, da que é elixido presidente por unanimidade, e organiza en agosto de 1931 o I Salón de Artistas Independientes. E o 5 de xullo dese mesmo ano, aparece en case que toda a prensa santanderina o seguinte «solto: «A LOS GALLEGOS RESIDENTES EN SANTANDER: Se suplica muy encarecidamente a los hijos de Galicia que residan en esta provincia, acudan a una reunión (particularmente se llama al grupo que concurrió el domingo pasado) para tratar de asuntos de vital interés, con miras a realizar una labor galleguista en el seno de la Colonia Gallega, suplicada desde Galicia por los hombres que en breve gobernarán nuestra región.// Dicha reunión tendrá lugar en el Café Español (frente a Correos) hoy, domingo, a las once de la mañana.- Jesús Nieto Pena, Fraiz Grijalba, Manuel Novoa González, Antonio Losada, Patricio Sánchez, etc., etc.». E o 25 de xullo fai un xantar a nova agrupación, Lar Gallego, en que falan en galego Nieto Pena, González, Romero e Grijalba. Pero o gran cambio na vida de Nieto Pena producíase un mes antes, o 26 de xuño. Ese día, en portada, aparecía en La Región, esta información: «Desde hoy ha entrado a formar parte de nuestra Redacción, como redactor jefe de la misma, el joven y brillante poeta Jesús Nieto Pena. Nieto Pena que ha venido colaborando en LA REGION con el pseudónimo de Otein, se ha decidido a consagrar todas sus actividades al periodismo, profesión ingrata en la que no tardará en destacar su personalidad literaria. La amistad que nos une al nuevo compañero nos veda hacer elogio de su persona, innecesario, por otra parte, porque Nieto Pena es sobradamente conocido y estimado en el mundillo literario montañés[1]». Pode afirmarse que dende ese día até novembro dese mesmo ano, nese xornal montañés apareceu a sinatura de Nieto Pena, co seu nome, asinando sempre Xesús e apelidos, ou co devandito pseudónimo, falando de política, literatura, sociedad, etc. etc, case cada día. E, ao mesmo tempo, durante uns tres meses, diariamente, en portada publicaba unhas «Letrillas satíricas». Vexamos un exemplo destas:

Democracia espiritual.

En moda está el Socialismo

y señores, lo que es moda

¡afirman que no incomoda!

(pero yo sigo en lo mismo.)

 

Asúa, el criminalista,

dijo en claras expresiones

que tiene las convicciones

del más puro socialista.

 

No está mal ¡la hermosa Idea!,

de aquel ídolo germano,

repercute donde sea

¡si es humano!

 

Mas… ¿y el cambio de postura?

¡Hete el punto capital!

Cambiar en tiempos de hartura

me parece que está mal.

 

Es muy noble a mi juicio,

adorar los postulados

que hacen tantos beneficios

¡y a los pobres olvidados!

 

Adorarlos… a decote

(como dicen en mi tierra)

pero sin chupar del bote

¡cuando dulce el bote encierra!

 

Y esto… es lo que no me mueve

a cambiar hoy de actitud…

aunque llueva y aunque nieve

¡el oro y las esperanzas en mi franca juventud!

 

No habré pues de variar

y aunque admire el Socialismo

(soy demócrata) procuraré continuar

quijote de mi aventura ¡sin vacilar en lo mismo!

 

Que si admiro al gran Iglesias soy cristiano

y hoy siento en el corazón

¡un santo amor al arcano

de mi santa convicción![2]

No seu labor como redactor xefe deste xornal santanderino, Nieto Pena en diversas ocasións defende para Galicia un Estatuto de autonomía, mesmo en contra dalgún compañeiro de redacción. Mais, como avanzamos, os «intereses» de Nieto Pena, é dicir, os seus artigos van desde uns que falan de temas de actualidade («El vampiro de Dusseldorf»), artigos en varias entregas que queren ser de reflexión («El verdadero sentido de la democracia», «La incógnita de la moral»), artigos sobre temas artísticos ou literarios (sobre Unamuno, Nietszche, Rubén Darío, «En favor del arte»…), directamente políticos («El patriotismo de Tagore», «Posibilidades del estatuto gallego», «El Estatuto Gallego»…. ou deses artigos que sempre se escriben cando hai que cumprir: «El problema del veraneo». O derradeiro artigo de Nieto Pena neste xornal, aparecido o 28 de xaneiro de 1932, titúlase: «Las angustias del paro». Para facerse unha idea do seu estilo xornalístico e da súa ideoloxía (en certo modo), velaí un exemplo:

Sobre el Estatuto de Galicia

Carta abierta al decano de la Facultad de Medicina de Santiago, doctor Novo Campelo

Admirado profesor: esta mañana, al tomar en las manos la Prensa matutina, leí, con dolorosa sorpresa, unas declaraciones suyas en torno al Estatuto de Galicia y del idioma gallego.

Permítame que suavemente, con la luz serena que me brinda la reflexión, le manifieste en estas líneas mi absoluta disconformidad con sus afirmaciones.

Todas ellas contienen una gran temeridad y encierran un ataque despiadado a lo más íntimo de Galicia y a lo más puro de su personalidad.

Mi condición de gallego justifica claramente esta actitud que francamente me es doloroso adoptar, máxime porque en algunas almas podría ahora iniciarse la sospecha de que mi pluma tan amante de la paz busca el campo de la rebeldía para fomentar discordias.

Esta posición –quede ante todo sinceramente definido– es la oposición de mi criterio al que usted sustenta, y tanto como a propagar una inexactitud el suyo, tiende el mío, por el mismo micrófono de la prensa, a difundir la que para todos los buenos gallegos es la suprema verdad en esta cuestión.

¿Es un problema artificial el Estatuto?

Usted mi admirado doctor, que vive «fuera de Galicia» consagrado a universalizar la cultura de los gallegos, haciéndolos para la Humanidad que es la gran patria, no creo que sea el más apto para responder a esa pregunta que concierne a otra clase de valores –que no son científicos– de nuestra amada patria chica.

¿Acaso para el que tiene los ojos fuera de la Universidad, aunque en ella tenga el entendimiento y a ratos también el corazón, resulta «problema artificial» resolver el pavoroso problema de nuestra vida, traspasada por las angustias que produce el desdén Central? Vida imposible en el campo (¡Oh, voces redentoras de don Basilio!)– rico y fecundo– porque el tesoro de la producción se pudre en los graneros, en ignominiosos rehenes, por falta de vías de comunicación; vida imposible en la ciudad, hecha por manos nuestras para otros señores, por tener el espíritu atormentado a fuerza de querer crecer sin poder realizar tan justas aspiraciones… porque el Estado Central deja abandonados los puertos y las descuidadas carreteras sin más ángel custodio que la Diputación y el subsidio metálico de los Ayuntamiento agobiados. Porque la riqueza monumental y artística cae hecha pedazos (¡Oh, angustias de Osera!) o se muere de olvido; porque los centros docentes en manos de hombres indiferentes casi siempre, impusieron el morboso yugo de la indiferencia a muchos espíritus ávidos de «creer»; vida imposible porque se nos alejó de Portugal con esas artificiales fronteras que separan dos pueblos que tienen un mismo espíritu, una misma tradición (¡quién pudiera haber sido Antero de Quental!), un mismo suelo, unas mismas costumbres y un mismo idioma. Vida imposible, en una palabra, porque Madrid (¡estadística de la verdad de Castelao!) nos concede 79 millones para recibir 121, todos los años, sin que uno solo haya derramado el caudal de sus arcas en las venas de nuestra cultura.

Usted, doctor Novo Campelo, ni en su laboratorio, ni en su cátedra ha podido medir la realidad de Galicia, que es su profundidad histórica. A esta ha bajado la sonda del amor y del afán de Otero Pedrado, Castelao, Villar Ponte, Álvaro de las Casas, Cabanillas, Cabeza de León, Cotarelo, Valverde Filgueira (sic), Basilio Álvarez y hasta el coloso nacido en esta tierra gemela de Cantabria, don Marcelino Menéndez y Pelayo. sin olvidar las universales figuras del siglo pasado, Concepción Arenal, Rosalía de Castro, Curros Enríquez, etc., ni las de esta época, Pardo Bazán, Menéndez Pidal, Valle Inclán, W. Fernández Flórez, J. Camba, Ramón María Tenreiro, Eugenio Montes, Novoa Santos, el fallecido sabio, gran figura universal, Amor Ruibal, y tantos y tantos otros que conservan inalterable en sus obras escritas en gallego y castellano el espíritu de Galicia, con las genuinas características de su personalidad.

Sobre todo los primeros que cito, en este brillante desfile de mentalidades, honra de un país, como han ahondado en nuestra historia, en la de ayer y en la de hoy que es su continuidad y su continuación. Buscando «n’os arquivos de Galicia» sus tesoros, es como se llega a querer el Estatuto que nos han de gobernar los hijos de una madre tan fecunda en glorias, como en dolores y pesares.

¿De dónde sino cree usted que ha brotado ese galleguismo que no contiene nada de separatismo (Título primero del Estatuto.– «Galicia es una región autónoma de la República española») y que está adherido a su tradición, como lo está la divinidad de su paisaje al suelo?

Ya usted ve como se desbarata el cincuenta por ciento de nuestros esfuerzos, en la actualidad encaminados al realce de nuestra continuidad histórica. Los ferrocarriles se interrumpen, nadie nos da medios para intensificar la cultura peninsular y para mayor sarcasmo vemos que nuestros paisanos gobiernan en casi todos los gobiernos, para los demás, y yo me digo:

¿Por qué no les pedimos, que nos gobiernen a «nosotros» para los demás?

La solución de nuestros problemas sólo el Estatuto aprobado en La Coruña, moderado, discreto, «españolísimo» puede realizarla, juntamente con la solución de nuestras desesperanzas y de nuestras desesperaciones.

El Estatuto abre cauces a la buena marcha de la economía regional y crea una sana administración de nuestros intereses, que por nuestros no deben ser gobernados más que por nosotros mismos.

Y aquí hago punto. Que el periódico hoy no puede contener más porción de este contenido. La carta continuará refiriéndose al idioma gallego, «lengua muerta» según usted.

Y con el mayor afecto le saluda

Xesús Nieto Pena[3].

Digamos que a carta non tivo continuación e que en decembro daquel 1931. Nieto Pena viaxou a Vigo. El Pueblo Gallego do 23 de decembro dá a noticia da súa chegada á cidade e catro días despois anuncia un recital de poético del no Ateneo de Vigo para o día 29.


[1] O autor desta nota debeu ser o director de La Región, Epifanio Buján, que, polo apelido, xa se pode imaxinar: tamén era galego de nación.

[2] La Región. Diario demócrata de la tarde, 18 de xullo de 1931.

[3] La Región. Periódico demócrata de la tarde, 7 de novembro de 1931.

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